¿ Cuál es la clave del éxito de las Escuelas de Negocio españolas?

Las Escuelas de Negocio españolas están muy bien situadas en los rankings internacionales. Año tras año, encontramos Escuelas de Negocio nacionales entre los 20 primeros puestos¹. Competimos en primer nivel con escuelas de negocio de todo el mundo y el resultado es realmente bueno; cada año mejor. ¿Cuál es la clave de nuestro éxito?

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Ciertamente, hay muchas razones para ello: la innovación, la calidad del profesorado, los recursos e instalaciones… pero una de las más destacadas² es la proximidad que en general las Escuelas de Negocio tienen con el mundo de la empresa, lo que incide muy positivamente en la empleabilidad de los graduados ‐una de las variables que pesan en la elaboración de los rankings‐, puesto que éstos han podido desarrollar las capacidades que las empresas demandan; además de sus conocimientos, la adaptación a la empresa, versatilidad, eficiencia, capacidad de resolución de conflictos, toma de decisiones, etc. Capacidades que serían muy difíciles de conseguir si no hubiese habido un contacto previo del alumno con la empresa, con el mundo empresarial.

Así, las Escuelas de Negocio españolas utilizan herramientas innovadoras y siguen una dinámica de clase muy asociada con los puestos de trabajo a los que aspiran sus estudiantes: muchos casos prácticos, trabajo en equipo, actividades de negociación, estudios de mercado, entrenamiento en la solución de conflictos que demandan una respuesta inmediata. Estas actividades preparan al alumno para que responda de manera ejemplar al requerimiento de las empresas y además consiguen que tengan un nivel de exigencia de calidad.

Las nuevas tecnologías juegan un papel importante en esta filosofía. La innovación en este campo permite, por ejemplo, la simulación prácticamente real del mundo de la empresa en el aula. Estar actualizado en este aspecto es una de las claves de las Escuelas y Universidades que ofrecen al alumnado una formación acorde con la situación actual de la empresa.

Uno de los ejemplos más claros de esto son los simuladores de negocio. Con ellos, el alumno dirige una empresa virtual practicando las decisiones con las que se encontrará cuando entre en el mundo laboral: de estrategia de negocio, de marketing y promoción, finanzas, producción, elaboraciones de planes de negocio, etc. Los alumnos, además, pueden competir entre sí, de forma que las decisiones que van tomando afectan recíprocamente a los demás, tal y como sucede en la vida real. Lo idóneo, tal y como señala Alberto Marín, CEO de CompanyGame es “utilizar estas herramientas desde el primer día, de forma que los alumnos vayan desarrollando sus habilidades empresariales paulatinamente, adquiriendo más y más nivel a medida que avanza en su formación”.

Los datos evidencian que la formación debe adaptarse lo máximo posible a lo que el mundo laboral demanda –especialmente en ciertas profesiones, que cambian de forma muy agil--‐ y en la medida en que las herramientas para lograrlo son cercanas y asequibles, es casi un “deber” aprovecharlas. Quizá en unos años las universidades españolas puedan ocupar puestos mucho más destacados en las clasificaciones internacionales, y más escuelas de negocio puedan formar parte del top 10 mundial. La clave: invertir en innovación y en las herramientas que permiten el acercamiento del alumnado con el mundo empresarial.

¹Según los rankings de Bloomber Business, The Economist y Financial Times

²Opinión apoyada en Martín Versavsky, empresario fundador de alrededor de 15 empresas, Jazztel y Fon entre ellas.